La Baraja de Cartas de Valores de Marca es un método lúdico pero estructurado para definir los valores fundamentales de tu marca como equipo. Los valores de marca dan un significado más allá de los productos y servicios; expresan lo que la marca representa en su esencia. Valores claros crean una conexión emocional, fortalecen la diferenciación y aseguran que los equipos actúen de manera consistente en todos los puntos de contacto. Cuando se eligen intencionadamente, los valores simplifican la complejidad y proporcionan una base estable para la cultura, la comunicación y el diseño.
Elementos clave de la Baraja de Valores de Marca
¿Qué palabra representa mejor lo que tu marca defiende?
Considera el carácter de tu marca desde tres perspectivas diferentes:
¿Cómo ves la marca tú mismo?¿Cómo está posicionada la marca en el mercado?¿Qué palabra usarían tus clientes?
Ventajas de usar la Baraja de Valores de Marca
Un conjunto claro de valores es, por lo tanto, un potente instrumento para diferenciarse en el entorno del mercado más allá de la mera gama de servicios ofrecidos. Están ahí para reducir la sobrecomplejidad.
Alineación: Asegura que todos los departamentos comprendan y encarnen el mismo conjunto de valores.
Enfoque: Reduce la complejidad y afina las decisiones estratégicas estableciendo prioridades claras.
Diferenciación: Fortalece el reconocimiento de la marca al vincular asociaciones emocionales con la identidad de la marca.
Anclaje cultural: Ayuda a construir una cultura empresarial basada en principios y comportamientos compartidos.
Conexión con el cliente: Fomenta la identificación reflejando valores que son importantes para el público objetivo.
Definir tus valores de marca
Empieza examinando la marca desde tres perspectivas: la vista interna, la vista del mercado y la vista del cliente. Selecciona un término por perspectiva que capture carácter, cultura y excelencia sin caer en vocabulario genérico o sobreutilizado. Como equipo, alinea el conjunto final de valores y tradúcelos en comportamientos, rituales y principios de comunicación. Cuanto más consistentemente se reflejen los valores en las decisiones diarias, el diseño y la interacción con el cliente, más creíble y memorable se vuelve la marca.
