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Estrategias genéricas de Porter
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Estrategias genéricas de Porter

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¿Qué son las estrategias genéricas de Porter?

En estrategia empresarial, muchas empresas han establecido y empleado diversos enfoques. Uno de los marcos más influyentes y antiguos es el de las cuatro estrategias genéricas de Porter, propuesto por el estimado profesor de la Harvard Business School Michael E. Porter. Este método, sencillo pero convincente, ofrece a las empresas una hoja de ruta fiable para forjar su posición competitiva.

Las cuatro estrategias genéricas de Porter

Las cuatro estrategias genéricas de Porter constituyen un plan que ayuda a las empresas a establecer una ventaja competitiva. Estas estrategias son

1. Liderazgo de costes

En este enfoque, el objetivo es convertirse en el productor más rentable del sector. Se hace hincapié en factores como la eficiencia, la reducción de costes, el dominio del mercado y la escala.

2. Diferenciación

Esta estrategia se centra en crear productos o servicios únicos que distingan a una empresa en el mercado. Da importancia a aspectos como la calidad, la innovación, el servicio al cliente o cualquier otro atributo distintivo.

3. Segmentación enfocada en los costes

La estrategia de enfoque en costes es paralela a la de liderazgo en costes, con la diferencia de que se dirige a un segmento o nicho de mercado concreto. El objetivo es emerger como el proveedor más rentable dentro de este segmento.

4. Segmentación enfocada en la diferenciación

Similar al enfoque en los costes, esta estrategia se concentra en un nicho de mercado específico, pero busca dominarlo ofreciendo productos o servicios especializados y únicos.

La importancia de las cuatro estrategias genéricas de Porter

El ecosistema competitivo de cualquier industria es intrínsecamente complejo, rebosante de numerosas variables y condiciones fluctuantes. Una estrategia clara y bien definida es esencial para que una empresa navegue eficazmente por este difícil entorno.

Las cuatro estrategias genéricas de Porter proporcionan un marco sólido para dar forma a dichas estrategias. Las empresas pueden aclarar su posición y desarrollo estratégico organizando las estrategias en estos cuatro tipos. Esto ayuda a decidir si competir sobre la base del coste (liderazgo en costes o enfoque en costes) o de la diferenciación (diferenciación o enfoque en diferenciación) y si dirigirse a todo el mercado o centrarse en un nicho específico.

Adoptar y aplicar una de estas estrategias permite a las empresas lograr una ventaja competitiva sostenible. Esto significa esencialmente establecer una posición única en el mercado que los competidores encuentren difícil de imitar o contrarrestar.

Cómo utilizar las cuatro estrategias genéricas de Porter

Utilizando el modelo de Porter, formular una estrategia implica comprender el mercado, los competidores y las capacidades de la empresa. Esta es una guía rápida que te ayudará a crear dicha estrategia:

1. Examina el panorama competitivo

Empieza por analizar el sector y la dinámica competitiva. Comprende los factores clave que impulsan la competitividad, como el precio, la calidad, el servicio, la tecnología o la marca.

2. Reconoce las capacidades únicas

Evalúa los puntos fuertes y débiles de la empresa. ¿Qué hace la empresa mejor que los demás? ¿Qué áreas necesitan mejorar? ¿Existen recursos o capacidades que puedan aprovecharse para lograr una ventaja competitiva?

3. Elige una estrategia

Selecciona una de las cuatro estrategias que se ajusten a los objetivos de la empresa basándose en la comprensión del mercado y las capacidades únicas de la empresa. Cuidado con intentar competir tanto en precio como en diferenciación en todo el mercado, un escenario que Porter advierte que podría llevar a una pérdida de enfoque y competitividad.

4. Detalla la estrategia

Una vez elegida la estrategia, descríbala en detalle. Por ejemplo, define cómo se lograrán eficiencias y ahorros de costes si la empresa persigue el liderazgo en costes. Si tienes como objetivo la diferenciación, especifica qué hace que la oferta sea única y cómo se comunicará a los clientes.

El acto final: Aplica la estrategia

La evaluación final de cualquier estrategia reside en su aplicación. No te olvides de:

Comunicar la estrategia

Asegúrate de que todos los miembros de la organización entienden la estrategia, incluidas las razones de su selección y sus beneficios para la empresa. Esto fomenta la alineación y la motivación.

Crea un plan de acción

Descompón la estrategia en acciones concretas. Asigna responsabilidades, establece un calendario y asigna los recursos necesarios para cada acción.

Supervisa y ajusta

Haz un seguimiento de los avances en relación con los objetivos estratégicos. Estáte preparado para modificar la estrategia o su aplicación a medida que evolucionen las condiciones del mercado o surjan nuevas oportunidades.

Aprovecha las herramientas de colaboración

Miro ayuda a colaborar eficazmente, visualizar los planes estratégicos y realizar un seguimiento de los progresos. Facilita la comunicación, la alineación de equipos y la gestión de iniciativas estratégicas.

Las cuatro estrategias genéricas de Porter proporcionan un marco poderoso para cualquier empresa que pretenda hacerse un hueco en el mercado. Comprender estas estrategias, elegir la más adecuada y ejecutarla eficazmente puede posicionar a una empresa para el éxito en el mercado elegido. Es importante recordar que la formulación de una estrategia no es un hecho aislado, sino un proceso continuo e iterativo que requiere atención y ajustes constantes. Mantener el enfoque estratégico y la agilidad puede conducir a una empresa hacia el éxito duradero.

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